jueves, 4 de diciembre de 2008

Historiadora villarrealina Maria Inés Valdivia, obtuvo premio nacional otorgado por la Asamblea Nacional de Rectores.

No tengo la intención de dar las noticias bajo los formalismos conocidos de la redacción periodística, aunque puede que caiga en contradicción si contrasto lo que estoy escribiendo, con la manera en que he planteado el título de este breve comentario, pero tampoco quería hacerme un mundo buscando la metáfora adecuada para la circunstancia.

El caso es que en medio de tanto escepticismo respecto a nuestro futuro como humanistas – historiadores, una investigadora de nuestra casa de estudios, María Inés Valdivia, obtuvo el primer lugar en el área de Humanidades del IV Concurso Nacional del Libro Universitario, organizado por la Asamblea Nacional de Rectores, triunfo que saludo y felicito desde este blog, a quien nos dirigiera en la cátedra de “Historia del mundo contemporáneo” y que al recuerdo de su exigencia y la aguda observación, debemos sumar ahora el referente de una conquista que es justo poder mencionar y reconocer.

El tema que presentara en el concurso es “El liberalismo social en el Perú durante el Siglo XIX”; libro que espero en la brevedad poder adquirir, o en el mejor de los casos poderlo comprar como original, para hacer los comentarios del mismo a través de este medio. Estaremos atentos pues a los “catálogos de Maribel” o la “mesita del pasillo”, dependiendo de donde llegue la primicia.

Para terminar, habría que hacer un llamado a la reflexión y la sinceridad. Como ya hemos mencionado, es un gran logro y sin duda un triunfo envidiable, pero hay que ser francos, como dice Sprite, “la envidia sana no existe”, así que espero de buena fe que lo mejor que pueda pasar con ese triunfo, es que fomente la competencia estudiantil por la búsqueda del reconocimiento académico, que se descubra que si se pueden obtener grandes logros desde una institución como la nuestra, que no estamos por debajo de las capacidades de ningún estudiante o egresado de otra universidad y que por supuesto, es una cuestión esfuerzo y de fe en uno mismo.

Hay que atreverse pues, a plantear las ideas sobre el papel una y otra vez, las veces que sean necesarias, hasta llegar al punto de la auto-reflexión sobre el conocimiento y la experiencia adquirida para preguntarse sobre lo aprendido o lo olvidado.
De lo que se trata en ultima instancia es de saber si sabes; simple retrospectiva.

Felicitaciones Maria Inés, y gracias por los alcances.