jueves, 23 de julio de 2009

Mirar San Marcos desde la Villarreal

Siempre he notado desde que entre a la UNFV que existe mucho respeto hacia los que son de San Marcos, quizá mas de lo necesario, al punto de volverse casi un complejo de inferioridad, desde los profesores, hasta los egresados y estudiantes. Con el pasar del tiempo me fui dando cuenta que detrás de ese discurso, estaba la frustración de no haber podido ingresar a esa universidad y por ende, la villarreal era una suerte de recicladora de postulantes frustrados a la famosa decana de América, por supuesto no todos, pero si la mayoría de los que conocí.

Y es que la tradición pesa, supongo, en el discurso ese estudiante frustrado estaba latente, el no tener acceso a todos los bienes que otorga la famosa universidad, comida gratis para sus estudiantes, movilidad universitaria, amplísimas bibliotecas, estadio, servicio de residencia y amplios espacios públicos para todo lo que se te pueda ocurrir. A diferencia de la Villarreal donde te dan poco o nada. Sin olvidar los reconocidos intelectuales que forman parte de sus cátedras universitarias y sus envidiables curriculas.

Lo cual me hizo pensar, ¿tan mal estamos?, de verdad San Marcos constituye un ideal universitario. Así que decidí hacer un recorrido por la famosa universidad y comprobar con mirada propia lo que decían, y luego de tres meses de ir y venir entre mi casa, San Marcos y La Villa, llegue a la conclusión de que la universidad pública peruana esta en un terrible crisis.

¿Pero puede haber alguna razón para escribir sobre San Marcos?. Yo pienso que si, y la razón es que nos permite aproximarnos como universitarios, conocernos un poco más y salir de los estereotipos que nos hemos creado mutuamente. Conversando con estudiantes de San Marcos caí en la cuenta que lo único que saben de nosotros es que, sino todos, la mayoría, somos apristas, y que el lugar donde estudiamos abundan las putas. Y en reciprocidad, lo mas radical que podemos decir de ellos es que son rojos radicales, antisistema y contestatarios. En conclusión ignoramos mucho de nuestras complejas realidades mutuamente y nos quedamos con prejuicios transmitidos por los rumores, el chisme y los prejuicios, y así no se puede pensar la problemática universitaria en general.

San Marcos no es la panacea, y creo que lo primero que se debe resaltar en un post como este, no es la diferencia infraestructural, sino más bien la diferencia en la racionalidad del estudiante, es ahí donde esta nuestras verdaderas diferencias. Por ejemplo, me parecía inexplicable como un evento sobre materialismo histórico pudiera convocar a tantas personas al punto de tener que habilitar una pantalla ecran fuera del auditorio para los que se quedaron afuera, lo cual dice bastante de su cultura política, pues como sabemos en la villarreal pocas veces eventos convocan a tanta gente, hay mucha historia detrás, sin duda alguna.

También me sorprendieron las inmensas colas que tenían que hacer para almorzar, en un comedor, sinceramente deplorable con pésimas condiciones sanitarias.¿Esto tiene consecuencias en la racionalidad?. Por supuesto que si, el sanmarquino puede considerar que su menú gratuito es un derecho legitimo y que mientras sea gratis, cualquier espera o condición vale la pena, mientras que el villarrealino puede considerar que el menú gratuito es para quien verdaderamente lo necesita (dado el trámite para pedir bono), se alimenta según su capacidad adquisitiva, pues cae en la cuenta que lo justo es alimentarte según tus posibilidades.

En San Marcos el activismo político está bien enlazado con el académico, pues se considera que no hay ciencia social sin crítica social, pero a la hora de pasar de la teoría a la práctica, los pliegos de reclamos y reinvidicaciones estudiantiles, pasan normalmente por la ampliación de servicios gratuitos en la medida en que se considera que es tan legítimo como el almuerzo. En ese sentido, se exige, matrícula sin costo alguno, carnet completamente gratuito y en funcionamiento las 24 horas del día, domingos y feriados, seguro universitario completamente gratuito y la ampliación de habitaciones para las residencias universitarias. Esto a mi particularmente me resultó verdaderamente extraño, pues que tipo de cultura política se forma en esta institución, donde se espera que todo sea gratis?. O lo que es peor la demanda de la condonación de la deuda aquellos estudiantes que reprobando cursos acumularon deudas con la universidad?.

En las charlas y conferencias sobre reforma universitaria, un tema tan ajeno a nuestra realidad, pude observar como dirigentes estudiantiles y profesores universitarios se encargaban de descalificar a los promotores de dicha reforma, tildándolos de neoliberales y representantes del gobierno privatizador, un terrible carga montón que hacia inviable cualquier intento de cambio. En villarreal, la mayoría esta casi convencida que no habrá cambios significativos, pues la universidad esta dirigida desde el Partido Aprista, impera un pesimismo generalizado. Es decir, allá que no pueden y aquí que no lo intentan.

Bueno me gustaría poder continuar, pero tampoco quiero hacer algo muy extenso, lo que he tratado de mostrar es como la estructura institucional y la larga cultura política enraizada en ambas universidades, dan como resultado racionalidades distintas de estudiantes, representantes estudiantiles y por supuesto de autoridades.

En ese sentido me parece que hay más riqueza antropológica en estudiar como se construye la racionalidad estudiantil en dos instituciones estructural y culturalmente diferentes, que alimentar los prejuicios en función de cuantos postulan a tal o cual universidad o porque ellos tienen esto y nosotros no. Les dejo un pequeño video de un reportaje que hizo Prensa Libre sobre la San Marcos.